El organismo tiene una sabiduría natural para alimentarse, para saber qué es lo que necesita, para conocer la comida que requiere para estar en equilibrio, en un estado de salud.

  Los bebés tienen mayor contacto con esta sabiduría para elegir los alimentos, para que esto suceda es necesario que sean presentados de manera natural sin agregarles sabores artificiales, y tampoco que utilicen en un inicio cubiertos, en un plato o en la charola de la periquera se les colocan rebanadas de verduras cocidas cortadas en trozos grandes para que las pueda tomar, y rebanadas de fruta.

  Ellos empiezan a explorar los alimentos, los tocan, los huelen, los prueban y así es como van eligiendo, claro eligen sobre los alimentos que coloca la mamá enfrente, de ella depende la variedad de alimentos que el bebé puede consumir.

¡No te levantas hasta que te lo termines!

  Es importante evitar que los niños empiecen a consumir alimentos procesados, que contienen saborizantes, colorantes, conservadores y otros químicos, porque estos de alguna manera van atrofiando las papilas gustativas, tampoco se debe agregar azúcar o sal, es importante que vayan conociendo el sabor natural de las frutas y las verduras.

  Muchas veces las mamás quieren obligar a los niños a comer alimentos que por su sabor no son de su agrado o porque simplemente no tienen hambre, su cuerpo no necesita en ese momento ese alimento y en esa cantidad, y utilizan la frase que ha pasado de generación en generación ¡no te levantas hasta que te lo termines!

  Obligarlos a comer no genera la mejor actitud para una sana asimilación de los nutrientes de los animales; las mamás se enojan y los niños también, además el niño puede a empezar a dejar de comer para castigar a la mamá.

  Lo más sano física y emocionalmente es establecer reglas sobre la alimentación, para evitar discusiones, enseñar al niño que hay cosas que son negociables y que hay cosas que no, desayunar no es negociable, qué desayunes puede ser negociable, no vale la pena el desgaste emocional para obligarlos a comer, todos pierden y aunque logren que coma a fuerzas no es el mejor estado para hacerlo.