Así como hay preocupación y ocupación por los alimentos que nutren el cuerpo físico, pensando en que es conveniente comer, considerando la calidad y cantidad de los alimentos para estar sanos, también debe considerarse la salud emocional.
Y la salud emocional depende de las emociones a las que se está expuesto, las que cada momento del día son captadas por el organismo, muchas de las cosas, acontecimientos y personas provocan una reacción emocional, desde una sensación de agrado o desagrado hasta otro tipo de sensaciones que se traducen en emociones.
Hace falta educación emocional, todos los seres humanos están expuesto a una gran variedad de emociones por todo lo que le pasa en su interacción con el medio y con los otros, pero no sabe qué hacer, algunas son emociones positivas que contribuyen al bienestar y la armonía interna, pero muchas otras dañan e intoxican el organismo.
Se sabe que cuando una emoción se produce, el organismo tiene una respuesta bioquímica, y además que estás duran cierto tiempo en el organismo, cuando son benéficas es conveniente, pero cuando no, dañan el organismo.
¿Qué emociones elijo comer?
El conocer estos aspectos del organismo, permite de manera consciente a elegir como nutrir el aspecto emocional de forma positiva, y estas pueden ser la música clásica, música con acordes armoniosos y con tonos medios, que mantengan el ritmo cardiaco tranquilo, películas o literatura que enaltezcan los valores humanos, el arte como puede ser admirar una pintura, una escultura, etc.
Observar que pasa en el organismo cuando se ve una película de terror, de asesinatos, violaciones, traición, cuando se escucha música ruidosa con ritmos acelerados. Y entonces decidir en qué tipo de emociones se quiere estar, vibrar.
Es muy importante que los niños desde pequeños disfruten de cosas y experiencias que nutran sus emociones de forma positiva, el contacto con la naturaleza, con el agua, con la tierra, con las flores, los animales, el arte en todas sus manifestaciones, y el amor de las personas que los rodean.
