En las escuelas se utiliza muy fácilmente la palabra aprendizaje, dando por sentado que todo lo que el alumno escucha o ve lo “aprende”, pero si consideramos el significado de la palabra aprender que es “tomar, adquirir algo”, entonces no todo lo que el alumno ve o escucha lo aprende.
Los niños en las escuelas están constantemente bombardeados por cientos de instrucciones al día y como los niños siguen las instrucciones las docentes piensan que el niño ha aprendido todo lo que obedece, como cuando les dicen lávense las manos para comer su refrigerio y los niños siguiendo la instrucción lo hace, la docente infiere que él ha aprendido reglas de higiene y sabe que se tiene que lavar las manos antes de comer, que solo les diga es hora de comer su refrigerio y los niños que han aprendido que se tienen que lavar las manos lo harán sin que se los diga la docente.
La lectura sólo adquiere sentido y se puede decir que el niño sabe leer cuando lo hace de manera espontánea, sin que se le pida, cuando él se da cuenta que le sirve para algo, leer un letrero en la calle, en los productos que hay en casa, leer un cuento; antes de darse cuenta de esto la “lectura “ para él es solo una decodificación de símbolos y sonidos sin sentido.
¿EL SEGUIMIENTO DE INSTRUCCIONES ES IGUAL A APRENDIZAJE?
La escritura de igual manera solo cuando el niño ya la realiza de manera espontánea y con una finalidad, se puede considerar que el niño sabe escribir, antes solo es asignar una grafía a cada fonema cuando la docente le dicta lo que ella quiere que escriba, se puede empezar dejando que el niño escriba las palabras que él quiera.
Entonces ¿cómo saber si algo ha sido aprendido?, solo cuando se aplica, cuando se hace uso de aquello que se ha visto o escuchado, y en muchas ocasiones es más fácil observar en situaciones cotidianas, como a la hora del recreo, ahí el niño se enfrenta a situaciones que quiere resolver como el conteo, considerar distancias, tamaños, colores, repartir, etc. hace uso de sus saberes para interactuar con otros.
Muchas veces la necesidad de hacer algo lleva también al aprendizaje, por lo que una de las maneras de propiciar el aprendizaje es enfrentar al niño a situaciones en las que él cuente con ciertas herramientas y requiera resolver otras. Para esto, se le indica una tarea que se quiere, pero no cómo realizarla.
MHP.