Aunque tradicionalmente los quehaceres del hogar, eran responsabilidad de la mujer, las costumbres han ido cambiando, por lo que ahora los padres de familia también en muchos casos se involucran y se reparten las tareas del hogar.
El pensamiento de la mujer en muchas veces ya no es “me ayuda con los quehaceres de la casa” sino entre los dos hacemos los quehaceres de la casa, y también entre los dos realizan lo referente a los hijos, como el bañarlos, vestirlos, hacer la tarea, llevarlos o recogerlos del colegio, etc.,
El asunto ahora es que, poco involucran a los hijos en la limpieza de la casa, como si solo fuera obligación de los padres de familia, se ha vuelto muy considerados con los hijos, pensando que están muy chicos para asumir alguna responsabilidad, que no lo pueden hacer o que corren cierto peligro.
La verdad es que el contribuir a los quehaceres del hogar los prepara para la vida, si lo que ocupas lo guardas, lo que utilizas lo acomodas, por que no a partir de cierta edad lo que ensucias lo lavas o lo limpias.
¿Cómo repartir las tareas?
Desde la edad de dos años aproximadamente los niños pueden empezar a contribuir en el aseo de la casa, recogiendo sus juguetes y colocando su ropa sucia en el bote de la ropa, esto formará parte de sus hábitos diarios.
A partir de los tres años se pueden ir elaborando carteles con las obligaciones de casa de cada uno de los miembros de la familia, primero con imágenes, después combinar imágenes y palabras y por último solo con palabras, se pueden establecer acuerdos de días y horas para realizar la tarea del hogar.
La carga de mantener una casa arreglada es pesada cuando solo la carga uno o dos miembros de la familia, pero si esta misma carga es repartida entre todos los integrantes es menos pesado para cada uno.
Los niños aprenden el trabajo en equipo y la colaboración para un bien común, siempre tomando en cuenta la edad de los niños para asignar las tareas y por que no brindando de vez en cuando un reconocimiento al cumplimiento de su responsabilidad.